miércoles, 17 de febrero de 2010

VALOR PARA CAMBIAR: 31 de marzo

AI-Anon es donde muchos de los que hemos convivido con un alcohólico empezamos a crecer por vez primera. Aprendemos a encarar el mundo como realmente es y a asumir la responsabilidad por nuestras acciones. Nos ocupamos de nuestros sentimientos y compartimos honestamente nues­tras experiencias. Aprendemos acerca de nosotros mismos y fomentamos nuestro crecimiento espiri­tual y nuestro bienestar físico y mental. Nos con­vertimos en adultos responsables.

Una parte importante de un asunto tan serio como la recuperación implica reconocer nuestra necesidad de divertimos, hacer un viaje, volar una cometa, asistir a un concierto, hacer ruido, correr por la calle o soplar burbujas. La alegría puede poner situaciones conflictivas en su justa perspectiva. Nos recuerda que la vida no se limita al problema que nos aqueja.

El tomamos con demasiada seriedad no solu­ciona un problema con más rapidez. En realidad hacer una pausa puede ayudar más que continuar la lucha - hasta la gelatina necesita un cierto tiem­po para formarse como corresponde. Una buena risa puede ser el mejor instrumento disponible para ayudamos a soltar las riendas, y así regresaremos renovados a nuestra labor.

Recordatorio para hoy

Un sentido del humor bien desarrollado me ayu­da a desprenderme de mis luchas y triunfos perso­nales. Evitaré tomarme demasiado en serio hoy.

"Una pulgada de alegría es mayor que un palmo de sufrimientos, porque reír es propio del hombre."

François Rabelais



VALOR PARA CAMBIAR: 30 de marzo

Cuando escuché que AI-Anon era un programa en el cual aprendemos a concentrarnos en noso­tros mismos, me pregunté: ¿Qué pensarían de mí otras personas si actuara sobre la base de ese prin­cipio? Seguramente me considerarían desconside­rada, irreflexiva e indiferente. Y esas eran las que­jas que tenía contra los alcohólicos de mi vida. No quería comportarme de la misma manera. En cam­bio traté de hacer cosas por otros, cosas que pare­cieran cariñosas y generosas aun cuando no tuvie­ra ganas de hacerlas. No podía entender el por qué del resentimiento que sentía a menudo des­pués de realizar tales acciones.

Mis esfuerzos por salir de mí misma tratando de agradar a todos no funcionaban. Me concentraba en su respuesta en lugar de en lo que parecía mejor para mí. No había nada incondicional en esta acción de dar. Mi madrina me ayudó a ver que si prestaba más atención a mí misma y hacer lo que creía era mejor para mí, sería libre de dar sin con­diciones. Sólo entonces podría considerarme real­mente generosa.

Recordatorio para hoy

El programa de AI-Anon funciona cuando me concentro en mí misma, asisto a muchas reuniones de AI-Anon y doy prioridad absoluta a mi recupe­ración. Al ser cada vez más yo misma, puedo tratar a otros con amor y respeto.

"Podemos mejor ayudar a otros cuando nosotros mismos hemos aprendido la manera de conseguir la serenidad."

Los Doce Pasos y Tradiciones

VALOR PARA CAMBIAR: 29 de marzo

Ya es hora de que comience a ser más agradable conmigo mismo. Las voces en mi cabeza que me dicen que no soy lo suficientemente bueno no dicen la verdad, simplemente reflejan la autoestima dañada como resultado de la convivencia con el alcoholismo. Cuando reconozco este hecho, puedo acallar esas voces. Ya no las oiré más.
La recuperación en Al-Anon me ha despertado pensamientos más delicados y afectuosos que me recuerdan que soy digno de ser amado y que puedo aprender a amarme. Cuando abro mi mente lo suficiente como para oír este mensaje, puedo comenzar a oír todos los otros maravillosos sonidos de la vida, y los pensamientos ofensivos se desvanecen.

Recordatorio para hoy

El tratarme a mí mismo con amabilidad y respeto me ayuda a cuestionar mis críticas de mí mismo. Hoy prestaré especial atención a cualquier voz que hable con amor.

Necesitamos aprender a vivir, a concentrarnos en algo bueno o útil para nuestras vidas y a dejar que el resto del mundo se ocupe de sus propios asuntos.


¿Cómo puedo ayudar a mis hijos?

VALOR PARA CAMBIAR: 28 de marzo

¿Qué sucede cuando me aferro físicamente a algo? Giro mi cabeza. Cierro los ojos con fuerza. Me duelen los nudillos al apretar los puños. Las uñas de los dedos se me clavan en las palmas de las manos. Me agoto. ¡Me lastimo!

Por otro lado cuando confío en que Dios me proporcionará lo que necesito, puedo soltar las riendas. Miro hacia el futuro. Tengo las manos libres para actividades sanas, afectuosas y entrete­nidas. Encuentro reservas inesperadas de energía. Abro los ojos para ver nuevas oportunidades, muchas de las cuales han estado siempre delante de mí.

Antes de quejarme de mi sufrimiento, debería examinarme a mí mismo. Tal vez me sorprenda por todo el dolor que puedo eliminar simplemente soltando las riendas.

Recordatorio para hoy

¿Cuánto puede darme Dios si no estoy dispues­to a recibir? Cuando me aferro a un problema, a un temor o a un resentimiento, me privo de la ayuda disponible. Hoy dejaré de aferrarme a algo. "Soltaré las riendas y se las entregaré a Dios."

"Todo lo que tenía que hacer era tener la mínima volun­tad para abrir mi puño un poco y los milagros ocurrie­ron. Así es Dios según mi entendimiento hoy."

As We Understood...